Preguntas típicas que se suele hacer uno a sí mismo en momentos de duda, desesperación, ansiedad, agonía, agobio... ¿soledad? despídete de ella, que le jodan, al fin y al cabo no te aporta nada bueno, siempre me dijeron que me rodease de buenas compañías, ¿huir lejos? corre, siente el aire entre tus brazos y lo mejor, siéntete libre, aunque sea solo por un momento, ¿dejarlo todo atrás? ¡no!, vive de tus recuerdos y renuévalos viviendo unos mejores, ¿gritarle al mundo? súbete a lo más alto y grita a los cuatro vientos todo lo que piensas, sin temor alguno a que alguien te retenga, ¿tu futuro? no pienses en el futuro (y soy el menos apropiado para decirlo ya que en mi día a día me planteo ¿qué pasará mañana?) vive el presente de la mejor forma posible.
Y ¿sabéis lo mejor? Al platearme estas dudas me doy cuenta de que soy feliz, muy feliz, soy humano y tengo mis errores como cualquiera, pero lo más cómico es que me encanta cometer esos errores, es más, los vuelvo a hacer una y otra vez y me siento bien, me siento libre.
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